Los exámenes de evaluación en el nivel universitario, se han estudiado a lo largo de diecisiete años, en los cuales por una u otra razón se han elaborado en base a las mismas expectativas, pero, sin contar con las diversas capacidades y habilidades de los alumnos.
Es por ello, la importancia de que las instituciones educativas analicen verdaderamente la comunidad educativa que tienen, ya que de esa forma no se limitaran a unos cuantos lineamientos generalizados sobre lo que los alumnos han de conocer.
Messick (1988, 1989) señaló que la validación de un exámen es un juicio referente a la deducción de una acción, siendo un proceso de construcción y de unificación de los aprendizajes adquiridos. Es por ello que las formas en la que los alumnos pueden evidenciar su aprendizaje han de ser múltiples.
Los primeros exámenes de evaluación fueron creados mediante un sistema que estandarizaba las habilidades y capacidades de los alumnos, así como el nivel de conocimiento que los mismos deberían haber adquirido a lo largo del curso. Pensamiento con el cual muchos docentes estaban de acuerdo.
No obstante, otros docentes se revelaban ante esta presunción, ya que afirmaban que los exámenes deberían contemplar las diferentes capacidades de los alumnos, además señalaban, que los exámenes deberían ser utilizados precisamente para identificar las habilidades de los alumnos y no tanto para hacer una evaluación definitiva sobre si aprobaban o no el curso.
A partir de esto se plantearon cuatro hipótesis que deben ser contempladas al momento de estructurar un examen:
1. Los exámenes deben ser creados para un área específica.
2. El contenido de los exámenes debe estar acorde a los conocimientos programados en la
planeación.
3. Los alumnos deben ser capacitados de acuerdo a sus limitaciones y potencialidades.
4. Los docentes deben contemplar las metas que se desean alcanzar.
Estas hipótesis fueron aprobadas después de hacer una muestra entre 510 estudiantes universitarios. Las cuatro hipótesis están basadas en las diferencias cognitivas de los estudiantes, así como en los planes de estudios de las instituciones.
Es importante subrayar que el resultado de los exámenes no es tan importante como para que los alumnos se frustren, pero si es necesario para conocer el grado de aprendizaje de los mismos.
Por otra parte, los planes de estudio por lo general están diseñados en una secuencia jerárquica, donde los primeros contenidos de enseñanza han de ser la base de aprendizajes más complejos.
Por otra parte, los planes de estudio por lo general están diseñados en una secuencia jerárquica, donde los primeros contenidos de enseñanza han de ser la base de aprendizajes más complejos.
Los alumnos al realizar los exámenes evidencian el dominio que tienen en áreas especificas. Sin embargo los docentes deben cuidar que esos exámenes tengan un punto de equilibrio, en el que los alumnos, puedan resolverlos sin sentirse desmotivados para continuar estudiando por el resultado obtenido, o porque simplemente, esos exámenes son imposibles de interpretar y por lo mismo de responder.
En conclusión, existen varios tipos de exámenes para evaluar, sin embargo, es importante recalcar que sin importar el modelo que se utilice, las instituciones educativas deben preparar y capacitar adecuadamente a sus alumnos.
Referencias documentales
Schimitz, C & del Mas R. “Determinando la validez de los exámenes para los planes de estudios en la universidad”, (Determining the Validity of Placement Exams for Developmental College Curricula)”. Formato del archivo PDF. 1991. (01 Junio 2009)
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